¿Por qué me duelen los músculos de la espalda?

El dolor muscular de la espalda puede ocurrir debido a varios factores, como la mala postura, la tensión muscular, el uso excesivo o la lesión. Las actividades que implican levantar objetos pesados, movimientos repetitivos o sentarse durante largos períodos sin el apoyo apropiado pueden causar fatiga muscular e incomodidad. La tensión en los músculos de la espalda también puede resultar del estrés, lo que desencadena el endurecimiento de los músculos y la incomodidad. Condiciones como la escoliosis o las anomalías vertebrales pueden exacerbar el dolor muscular de la parte posterior colocando estrés desigual en ciertos músculos.

Desarrollar si el dolor de espalda es muscular a menudo implica evaluar el tipo de dolor que se siente. El dolor de espalda muscular generalmente se describe como una sensación aburrida y dolorosa que puede acompañarse de rigidez muscular o espasmos. Generalmente empeora con movimiento o actividad y puede mejorar con un descanso o un estiramiento suave. Si el dolor es claro, irradia las piernas o está asociado con entumecimiento o hormigueo, puede indicar afectación nerviosa u otros problemas no mususculares y puede requerir una evaluación médica adicional.

El tratamiento del dolor muscular detrás implica una combinación de aplicación de descanso, hielo o calor y un premio por mercado. El descanso permite que los músculos se recuperen y reducen las tensiones adicionales. La aplicación de hielo puede ayudar a reducir la inflamación en las etapas iniciales, mientras que el calor puede promover el flujo sanguíneo y la relajación muscular después de unos días. Los ejercicios de tensión suave y la fisioterapia pueden ayudar a restaurar la movilidad y reducir el atuendo muscular. En casos más graves, puede ser necesaria una consulta con un profesional de la salud para tratamientos específicos como masajes, fisioterapia o medicamentos.

El alivio de la tensión muscular en la parte trasera se puede llevar a cabo gracias a una variedad de métodos, como la aplicación de paquetes de calor o frío, la práctica de técnicas de relajación, como respiración profunda y para realizar ejercicios con bajo impacto, como caminar o yoga . La terapia de masaje y el rodamiento de espuma también pueden ayudar a aflojar los músculos tensos y mejorar la circulación sanguínea. Mantener una buena postura durante las actividades diarias e incorporar estiramientos para la parte posterior puede evitar que se recurran la tensión muscular. Además, hacer descansos regulares de la sesión prolongada e incorporar muebles ergonómicos puede soportar la salud.

Los problemas de órganos a veces pueden manifestarse como dolor de espalda. Por ejemplo, los problemas con los riñones, como los cálculos renales o las infecciones, pueden causar dolor que puede irradiar en la espalda baja. Los problemas con el páncreas, como la pancreatitis, también pueden causar dolor referido a la parte posterior, generalmente en la región superior. Las condiciones que involucran a la vesícula biliar, como los cálculos biliares, pueden causar dolor que puede extenderse a la parte posterior, en particular en el lado derecho. Si el dolor de espalda se acompaña de otros síntomas, como fiebre, cambios en las heces o el dolor que no mejora con el descanso, se debe buscar atención médica para excluir problemas relacionados con los órganos.